Spoiler mil.
¿Qué hay de malo con estar algo fuera de la realidad? El otro día estaba viendo el estreno de la nueva temporada de Dr. House (que me rehusé a verlo en internet) y si bien algunas cosas superaron mis expectativas, otras me dejaron pensando acerca de aquellas contradicciones que uno mismo crea, en el peor de los casos, para sí mismo.
Para aquellos que no son tan cercanos al personaje de Dr. House, en pobres y resumidas palabras podría resumirse como un drogadicto (o casi ex drogadicto) con aires de superioridad, cínico, gruñón y con una percepción de la realidad que sea o no causada por las drogas, es más profunda y multidimensional que la de cualquiera de las personas que lo rodea. Todos piensan que es un desgraciado, cuya infelicidad se ve manifestada por su trato no cordial hacia el resto de personas; por supuesto que ninguno de los que dicen eso es feliz y mucho menos, sabe lo que es esto (dudo que aunque lo supieran, fueran felices con eso).
¿No es acaso esa la historia llevada a la realidad televisiva que cada uno de los que hagan un intento de entendimiento propio tiende a vivir? En el capitulo en cuestión, los psicólogos intentan llevarlo a aquello que consideran, lo hará más feliz. Irónicamente, en los momentos cuando House acepta la ayuda de aquellos seudo dueños del Santo Grial de la realización humana, es cuando se ve a un ser más miserable y acabado, que ya no tiene ni orgullo de su propio ser. Tal vez sea lo "mejor" para él, quizá su visión particular del mundo lo lleva a cometer errores garrafales que pongan en tela de juicio el bienestar que le cause a los demás, sin embargo ni "bienestar" ni "mejor" tienen que ver con felicidad, tienen que ver con las limitaciones de aquello socialmente permitido para lograr un equilibrio milimétrico y abismalmente aburrido.
El por qué de su pose de realización personal, con esa actitud que todos dicen que lo hace infeliz, tal vez sea lo que lo hace feliz. Es curioso que cuando alguien cuya "jerarquía" es menor a la de otro alguien en un ámbito X, se toma a mal que el segundo alguien critique a esa persona ya que "no le hace a daño haciendo eso", sin embargo cuando es al revéz es una cruzada interminable por reprimir aquello que se cree será una catástrofe para el "infeliz" de turno. ¿Por qué tanto revuelo ante la búsqueda no genérica de su subjetiva y, si le da la gana, ridícula felicidad? Porque simplemente el que un "nadie" haga algo a su modo no nos afecta, cuando un "alguien" lo hace no nos deja dormir pues entre otras cosas, no se cree que la merezca habiendo tanta moral alrededor de (seguramente) reprobable actitud.
Hace unos días, salí con un par de amigos y nos cruzamos a un personaje curioso, un personaje refrescantemente crudo que admitía sus limitaciones y las limitaciones que su ser causaba en la felicidad (y/o) realización de alguien más a quien quería. ¿Lo sorprendente del asunto? No era un maniaco-depresivo. Posiblemente tenga vicios impropios de un señorito y hasta sea un excéntrico de lo peor (mejor), pero a pesar de conocer aquellas limitaciones nada quitaba esa intensidad que le sobresalía al momento de vivir. Supongo que según muchos conocedores siempre será un infeliz insufrible, que no tiene la estabilidad emocional (en verdad no la tiene) de una medusa y que no sabe lo que quiere; dificilmente alguien que tiene tanto tiempo para ocuparse de la vida de alguien que mientras tiene todo eso en la cabeza es capaz de bailar (mal, bastante mal) y reír, es el último eslabón de la cadena que él mismo ha calificado como "felicidad", aunque por supuesto hay como mil excepciones, personalmente dos psicólogos me caen muy bien y no caen en estos absurdos abismos de la búsqueda eterna, más bien van por el camino del entendimiento y aceptación propia.
Supongo que han habido, hay y habrán mil formas de definir aquella realidad a la que supuestamente debemos aferrarnos lo suficiente como para que de frutos y seamos felices (cosa que se da por segundos, de otro modo no viviríamos buscándola pues se vendería en cualquier esquina) o al menos no infelices; lamentablemente todo lo que lleve la palabra "realidad" en su contexto, es nada más que una representación efímera de la facilidad a nivel macro. Es más difícil lograr un individualismo en el que estemos orgullosos de nosotros mismos (no sé si felices, como dije, es algo no continuo), pero al menos con eso se puede seguir sonriendo con satisfacción. La felicidad viene sola (y con suerte de forma espontánea), no hay que andar poniendo letreros para eso.
Todo sea por los beautiful ones.
Glowing around
Hace 14 años