viernes, 16 de octubre de 2009

Riddíkulus!

Si hay un hechizo de los creados en el universo Potteriano que me guste más que el resto (además del giratiempo que usaría para dormir demasiado), es "Riddíkulus".

Pondré la definición dada por una página que trata el tema:


Riddíkulus:
Conjuro que se utiliza para derrotar a los boggarts. Al pronunciar riddíkulus, este adopta la forma más ridícula de lo que más miedo te da (según lo que el mago piensa), tanto que provoca risa.

*Boggart: Este animal prefiere vivir en lugares oscuros y cerrados, y toma la forma de aquello que mas teme la persona con la que se encuentra; nadie sabe en realidad cual es la forma real del boggart), aunque Moddy podría ser que pudiese, ya que usando su ojo mágico reconoce un boggart (en el número 12 de Grimmauld Place); para vencerlo, hay que obligarlo a tomar la forma de algo que se encuentre cómico, a la vez que se usa el hechizo 'Riddíkulo'.


Desde hace buen tiempo (años, no sé cuántos, pero varios) he creído que un modo de lidiar con las cosas a corto plazo es hacerlas ridículas o conseguir algo más ridículo que ocupe la mente mientras lo otro pierde vigencia en las prioridades, de ese modo con la cabeza fría podemos lidiar con esas cosas directamente (además no se acabará el mundo si no se hace directamente, a menos que se trate de impersonalidades primordiales).

Eso hice hace un par de noches, tras algo que podría costarme una neurosis a futuro y seguramente más misantropía, llamé a quien seguro podría ayudarme con eso. Fue curioso, pensé que llamaría a otras personas en una situación de deseo de desconexión, pero supongo que todo cambia y eso incluye a las personas en que decidimos apoyarnos (sobretodo por consideraciones tales como prioridades, en este caso yo no tenía un drama ridículo y jugoso, debería escribir algo sobre las prioridades). ((este párrafo no ha contenido cosas dichas con mala onda))

Llamé a quien llamaré Efe (no ese F). Efe y yo nos conocemos hace no demasiado tiempo y somos amigos cercanos hace poco (relativamente, creo). Efe es raro, me dan curiosidad muchas de las cosas que hace y me desesperan muchas otras, pero parece siempre tener en la punta de la lengua una palabra rara que decir y sin modificar su humor (que cabila entre bueno y neurótico).

Efe contestó de buen humor, casi gritando y en la lengua de cierto país europeo, yo le dije que bajara la voz que estaba al borde de una embolia gracias a su aceleradísimo desempeño lingüístico. Tras cancelar ambos unos compromisos previos (de esos postergables, nada de fechas significativas), quedamos en la hora y lugar para vernos y hablar un poco de todo y nada en realidad; unas noches antes me había acompañado por msn hasta horas innombrables para darme "apoyo moral" porque tenía un trabajo químico infinito, así que supuse que podría ser de ayuda en este caso.

Quedamos de vernos cerca del antivirl departamento de mi padre, en ese Starbucks donde uno nunca se pierde a un intelectual interesante. Pedí un Frapuccino y Efe pidió un chai. Nos sentamos apenas unos veinte minutos y recordé que le debo a alguien un libro así que le pedí que me acompañara, no lo encontramos (lo intentaré nuevamente cuando sea factible ir a una librería) pero me regaló uno que hoy mismo empezaré. Compramos Coca-Colas tradicionales y con el nivel de azúcar por los cielos, fuimos a su departamento desarreglado pero nada maloliente; habíamos pasado por uno de los pocos lugares existentes para rentar películas y al habernos rehusado a ver "Norbit" o algo ridículamente similar, decidimos ver algo que tenía en su casa, una particularmente no tan ridícula, pero que al mismo tiempo lo era.

Podrían pensar que me gusta Efe, pero no es así. Una vez alguien me preguntó si me gustaba Efe y le respondí: "No, no podría gustarme alguien que se vista siempre mejor que yo". Se lo conté a Efe y se rió de la ridiculez dicha y decidimos escuchar música con el volumen ridículamente alto en el estéreo. Sus ridículos vecinos, que son ridículamente guapos (dos de tres), vinieron a pedirle que bajara un poco el volumen porque estaban en parciales, Efe respondió que disculparan son una sonrisita ridícula en el rostro; a veces me pregunto si a Efe le gustan esos chicos y su música ridículamente pre-concebida. Efe sabe cocinar y yo sé verlo de vez en cuando y preguntarle ridiculeces culinarias, sólo para ver si termina uniendo ingredientes imposibles; para mi mala suerte (o buena), Efe no pierde la concentración y todo lo responde con poses de poeta ridículamente maldito o de muñeco ridículamente pop.

Decidimos poner música, su ridículamente alimentado iTunes está organizadísimo (en ridículo contraste con su departamento) y al poner ese Playlist que llama "Nanana", sale una lista interminable de temas ridículamente pegajosos. Empieza una canción de "Panic! At the Disco" y con una risa ridículamente escandalosa, me dice que no sólo escucha temitas indie e intelectuales, si es que en mi ridícula cabeza paranoica pensaba que sí. Obviamente yo pensaba que sí, pero conocía la canción y cantamos mientras cortaba con ridícula destreza unos ingredientes rarísimos que le agregaría a la salsa de guacamole. Intenté ayudar, pero mis ridículas y nulas destrezas en ese campo no ayudaron demasiado, estuve tentada en llamar (del teléfono de Efe, el mío estará apagado unos días) al chocolatero como en Año Nuevo que le pedí de forma ridícula una receta para cocinar arroz desde un auto con un ridículo a mi izquierda y otro en frente mío (el otro par si me agradaban). Efe se sabe esa ridícula historia sin muchos detalles o nombres, se lo mencioné y rió de forma ridícula nuevamente. Sonaba LDN de Lily Allen y cantamos con voces ridículamente agudas.

Cuando Efe terminó su ridículamente "fancy" hipo-mini festín (la mayoría lo era), cambié la música por "Coffe and TV" de Blur, Graham Coxon siempre me anima de forma ridícula, como si tuviera ocho años. Estaban dando los Simpson y quise verlo, Efe me dijo que era una ridiculez mirarlos por enésima vez y le tiré un nacho que hizo que su cabello se viese ridículo y con caspa, comimos chocolates que había traído de su último eurotrip y nos atiborramos ridículamente de After Eight y Lindt. Miramos dos capítulos (en vez de tres) y pusimos "La Ciencia del Sueño". Ambos nos emocionamos ridículamente al ver el inicio de la película, casi al mismo tiempo comentamos con voz (al menos yo) ridículamente aguda qué ganas tenía de verla al mismo tiempo que "Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos". Terminó y hablamos de que era ridículo querer tener una cabeza normal. No recuerdo que más dijimos al respecto mientras bebíamos algunos líquidos de su bar, pero fueron cosas ridículas y fuera de lugar.

Era ya ridículamente tarde para la supuesta velada que habíamos planeado, pidió un taxi cuando una avenida quedaba a una distancia ridículamente corta; fui a casa escuchando repetidamente al vicio que era casi testigo de semejante ridiculez, escuchando a "Miranda!". Acordamos ver juntos el estreno de "Glee", algo que nos parecía ridículamente interesante, además de hacer algo que cualquiera que viva aquí debe hacer, ir a ver "Je t'aime... moi non plus"...que es dirigida, escrita y musicalizada por el fabuloso Serge Gainsbourg y con Jane Birkin, Joe Dallesandro, Gérard Depardieu, entre otros.

Si tuviera un boggart ahora mismo en frente mío, y dijera Riddíkulus!, seguramente aparecería nuevamente en el espacio-tiempo de ese día. Mi teoría se confirmó, nada mejor que algo ridículo para ciertos capítulos.

Simplemente, faltaba echarle Nesquik (sobretodo si se envía un mail masivo con las 88 exigencias para el amor de tu vida):

8 comentarios:

William Dallas Morrison dijo...

Interesante teoría... Aunque me pone nervioso tu ridícula forma de escribir.

Unkind. dijo...

A mi me ponía nerviosa el ridículo Nesquik de fresa, siempre me gustó más el de chocolate. Tú no me pones nerviosa, un saludo.

Jimmy dijo...

Al margen de las inesperadas situaciones y el fondo de la idea, me quedó uan curiosidad ¿"Efe" lee tu blog"?

Unkind. dijo...

No todos los días, pero sí me comenta de tal o cual post, por lo que asumo que reglarmente se pasa por aquí. Además, de vez en cuando le digo que ponga especial atención en tal o cual.

Supongo que esto se resume en: "sí, pero no de forma obsesiva".

EL POSE dijo...

Poooooooooquito largo el comercial... mejor era el sustangen! Ya que el nesquik me parece ridiculo....

Unkind. dijo...

No es un comercial, ¡ES LA CASA AZUL!

Jimmy dijo...

Entonces, me gustaría saber su opinión, jeje.

Unkind. dijo...

¿Eh? ¿eh?

Publicar un comentario